Estructura y Espontaneidad

Cada mañana, al ponerme las gafas,
El día comienza, y la rutina arranca.
Como un caballero en su celda recluido,
Analizo mis pasos, uno a uno, sin descuido.

Otra vez, me pongo en marcha,  
Otra vez, caigo en la trampa. 
Como al caballero que medita,
La monotonía sin piedad me atrapa.

De nuevo cae noche en la celda,  
El caballero reflexiona en su soledad,  
El agua de lluvia la sed calma 
las piedras se convierten en verdad.

Sin compañía alguna, él se encuentra,  
No sabe cuánto tiempo allí quedó,  
Sus actos, su mente atormentan,  
Sus pensamientos, sin descanso, analizó.

Reflexiona, delibera, vuelve a pensar,  
Analiza sus pasos, cada movimiento,  
Su retiro voluntario, lo hace cuestionar,  
Es hora de actuar, y hacerlo con tiento.

Una locura, una insensatez,  
Salir de la celda, enfrentar su miedo,  
El caballero, con valentía y altivez,  
Rompe la rutina, como en un sueño.

Cambios pequeños, impacto grande,  
Romper la monotonía es la clave,  
Flexibilidad en cada instante,  
Para que la creatividad nunca acabe.

Así, en la vida cotidiana y en los actos valientes,
Buscamos equilibrio, con cada paso consciente.
La rutina y la flexibilidad pueden coexistir,
A través de mis gafas, lo puedo discernir.
LCR




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4 comentarios:

  1. ¡Hola!
    Quizás me equivoque al leerte, pero creo que se trata de ti y la escritura. De como a veces a ésta la abandonamos, enclaustrándola por otras obligaciones, por la vida en sí misma que es complicada, y que, pero por muy acallada que la tengamos brota entre susurros hasta que se le permite resurgir.
    Te entiendo, he abandonado el blog en varias ocasiones, el tiempo no me daba a más, hay meses en los que debo estar casi ausente por eso mismo, pero siempre regreso porque la necesidad es mayor, y la libertad que se me ofrece aquí es incuestionable.
    Una entrada con un grito de inicio, de base, y resurgimiento.
    A por todas, :)
    Un fuerte abrazo.

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    1. Hola Irene,
      No te equivocas. Muchas veces siempre preferimos la comodidad de lo que tenemos planificado, llegando así a enclaustrar: aficiones, sentimientos,... Tanto por, obligaciones impuestas por la vida u obligaciones autoimpuestas. Siendo a veces necesario sacudirse todo y para volver a salir de la "celda"

      Un Saludo

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  2. Hola, Lucleru, qué bonito ritmo tiene tu poema. A veces uno da vueltas y vueltas y la cabeza nos juega mala pasada, se queda medio bloqueada... nada como la espontaneidad, que todo "fluya"... seguramente sea la verdadera inspiración! Encantada de leerte, gracias por tu visita!

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    1. Hola Milena,
      Es cierto, a veces la cabeza nos juega malas pasadas y se bloquea, los motivos pueden ser diversos desde comodidad, falta de ideas... Pero cuando conseguimos dejar que la espontaneidad fluya, la verdadera inspiración puede surgir.

      Es un placer leer tu comentario y saber que disfrutaste de mi visita. ¡Encantado de leerte también!

      Saludos cordiales,

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