Tres preguntas

Cuando me siento delante de una hoja en blanco con intención de escribir, a menudo me pregunto ¿Por qué escribo?¿Para qué escribo? Y ¿Para quien escribo? Creo que cualquier empresa que el ser humano emprende, tiene un fin y un sentido; que nunca hacemos algo “porque sí” por muy descabellado que pueda parecer. Por eso mismo hoy me he permitido el lujo de contestar a estas tres preguntas.

¿Por qué escribo?

Escribo porque siempre me ha ayudado a expresarme. Precisamente este blog nace de la necesidad de tener un rincón propio en el cual poder plasmar y compartir mis pensamientos e historias. Posiblemente puede que no sean interesantes, o si, pero así quedan reflejadas por si a alguien en el futuro las encuentra de pura casualidad.

¿Para qué escribo?

Como dije en la introducción, siempre hay una meta cuándo se empieza un proyecto. Así que  vamos a hacer una pequeña introspección para buscar el sentido a todo esto a través de dos razones principales:

La primera es que escribo para que queden guardados mis escritos, así con el tiempo releer todo esto y observar una evolución, para recordar cosas que con el tiempo caen en el olvido. Es cierto que alguna vez, me he puesto a repasar alguna de las primeras entradas publicadas y me he encontrado con pequeños recuerdos de épocas pasadas.

La segunda tiene que ver con la necesidad vital de trascender; y es que todos llegamos a un punto de nuestras vidas en el que queremos dejar huella, ser recordados. Hay mil y una maneras de trascender, pero yo elegí hacerlo a través de la escritura.
 
¿Para quién escribo?

Después de todo lo contestado en las preguntas anteriores creo que la respuesta es obvia y, como en el caso anterior, tiene dos puntos principales:

Por una parte escribo para mí, para que mis reflexiones me sirvan en un futuro, como espejo en el que poder contemplarme. Dicen que quien olvida su pasado está condenado a repetirlo, así que puesto que aquí están plasmados mis éxitos y mis fracasos, creo que será un buen referente por si llegan tiempos de “desorientación vital”.

Y claro, también escribo para vosotros, para entreteneros, para serviros de utilidad y para compartir lo que vivo. Es cierto que blogs como éste hay muchos, pero salir a la calle y observar, empaparme de vivencias, historias,... Que nos rodean y contarlas por aquí, es una experiencia enriquecedora.

Por lo tanto este blog depende de dos cosas: de vosotros y de mí. Ya que sin lector no hay escritor.


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