Pequeños Detalles

Cuantas veces has pensado: Anoche no fue memorable; para 30 minutos no quedo; el fin de semana podría haber estado mejor... Y no te has parado a pensar que esa noche te fuiste de cena con tus amigos y jugasteis al futbolín; que esos 30 minutos que has quedado con tu amigo han sido de calidad, con un café en las manos; que en ese fin de semana: has jugado a juegos de mesa, has viajado porque tenías un partido de rugby y el domingo te has ido de barbacoa. ¿Pero acaso pretendes que todos los días sean como un concierto de Queen?

Y es que muchas veces estamos muy preocupados en pasar muchos momentos a lo grande, sin darnos cuenta en que lo que importa  es la calidad, en vez de la cantidad. A veces tenemos grandes expectativas en la cabeza que nos olvidamos de apreciar esos pequeños acontecimientos, que al fin y al cabo dan sentido a nuestra existencia. Un café de 30 minutos con un amigo, una conversación furtiva, unas risas rememorando historias dignas de los libros de historia, una partida a los dardos o a juegos de mesa, una charla tranquila con los amigos...

¿Todo es mejorable? Pues os diría que si, pero una cosa es que se pueda mejorar, y otra cosa es no dar el lugar que se merece a nuestras vivencias y restarle su auténtico valor.



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