vivía un hombre aquejado
por los problemas del clima.
El frio maltrataba sus huesos,
su cabeza no respondía,
y en medio de su agonía,
una pequeña luz pedía.
Y en el fragor de la ventisca
una tregua el tiempo brindó.
El recuerdo de un sol antiguo,
un sol joven que nunca se apagó.
LCR