Querido Trabajo Duro
Querido Trabajo Duro:
No eres querido, eres odiado y das miedo. La primera vez que fuiste mencionado corrí lejos de ti. Cuando sabía que vendrías, me ocultaba. Te esquivaba, evitaba tu influencia, no quería saber nada de ti.
Me miraba al espejo y ahí estabas tú, tenía la sensación de que siempre estabas detrás de mí. Doblaba una esquina y estabas de delante. Nunca te ocultabas, siempre ibas de cara. Llenando mi rostro de sudor, de lágrimas mis ojos, haciéndome decir: ¡seguiré adelante! Susurrándome al oído: ¿De verdad no puedes con esto? ¿Es cierto que vas a tirar la toalla?
Ahora mírame, pienso que la gloría está en la arena. Gracias a ti, nunca me rindo, lucho hasta el final, con el rostro manchado de polvo y sudor. ¿Renunciar? ¡Nunca! Siempre hay que llegar hasta el final, se haya triunfado o fracasado.
Con el tiempo he aprendido que vas de frente, cumples lo que prometes y aunque no lo parezca garantizas llegar a la meta.
Coge Lo Indispensable
Oscuridad Y Esperanza
Otoño
Insomnio
La vieja Canción de Caminantes
"El Camino sigue y sigue
desde la puerta.
El Camino ha ido muy lejos,
y si es posible he de seguirlo
recorriéndolo con pie decidido (fatigado)
hasta llegar a un camino más ancho
donde se encuentran senderos y cursos.
¿Y de ahí a dónde iré? No podría decirlo.
El Camino ha ido muy lejos,
y que otros lo sigan si pueden.
Que ellos emprendan un nuevo viaje,
pero yo al fin con pies fatigados
me volveré a la taberna iluminada,
al encuentro del sueño y el reposo.
Aun detrás del recodo quizá todavía esperen
un camino nuevo o una puerta secreta;
y aunque a menudo pasé sin detenerme,
al fin llegará un día en que iré caminando
por esos senderos escondidos que corren
al oeste de la Luna, al este del Sol"
La Gloria Está En La Arena
Desde que tengo memoria he escuchado la famosa frase: "Yo lo hubiese hecho mejor", habitualmente es dicha ante un fallo del prójimo o ante algo de lo que no nos gusta el resultado final, como contestación se suele decir: "Haberlo hecho tú". Es sin embargo la primera frase la que más escuece, la que mas rabia nos produce, ya que después de haberlo intentado y tropezar, molesta mucho que alguien venga a meter el dedo en la llaga cuando no ha tenido el valor suficiente para intentar la tarea en la que se ha fallado.
Un día, no recuerdo cual, entre papeles y legajos, apareció una hoja amarillenta algo maltratada por el tiempo que tenia las siguientes líneas escritas:
Este fragmento perteneciente a un discurso de Theodore Roosevelt, me dio que pensar. Da igual las criticas, lo que realmente importa es tener la valentía de haberlo intentado, dando igual el que sea victoria o fracaso. Lo verdaderamente importante es que se ha tenido la valentía de intentarlo, de luchar, de ensuciarse las manos para conseguir el objetivo, ya que a los que critican no les esta reservada la gloria, por que esta pertenece al hombre que esta en la arena.
Condenado Candy
no sale el color que yo quiero.
Lamento De Un Obrero
La Niña De La Ventana III
Mientras la angustia lo dominaba por verse en una situación sin salida, de repente un atisbo de lucidez invadió su mente. Empezó a recordar que en las partidas de rol que jugaba con sus amigos, sus personajes, de vez en cuando se encontraban situaciones similares a la que estaba en ese momento. Con una renovada esperanza de un salto se levantó y comenzó a investigar la habitación en la que se encontraba, ya que Malcom creía que había una manera de abrir la puerta.
El primer objeto en el que centro su atención fue la mesa, era muy antigua y estaba algo castigada por humedad y la carcoma, tenia dos cajones que Malcom abrió con la esperanza de que tuvieran un doble fondo y alguna pista que le indicase como salir de ahí, pero no encontró nada. Se quedó un rato pensativo hasta que dio con otra idea. La sala esta rodeada de estanterías con libros, y alguno tendría que tener un mecanismo que activara la puerta. Así que se puso manos a la obra, buscaba un libro que estuviese desgastado por los bordes, cerca del lomo. Pasó un largo rato comprobando uno a uno los libros, pues eran muchos y demasiado viejos, con lo cual sería una ardua tarea. Había todo tipo de libros; algunos eran diarios; otros de historia; otros parecían ser de magia oscura, cosa que extrañamente le sorprendió. Se pasó horas y horas buscando, incluso llegó a desesperarse, hasta que al final dio con el que buscaba, tiró de él y la puerta se abrió haciendo un leve chirrido.
Un pasillo lóbrego y oscuro se abría ante él. Malcom se acercó muy lentamente hacia el marco de la puerta pues la experiencia le había enseñado, que el lugar donde se encontraba estaba repleto de sorpresas, y la mayoría eran muy desagradables. Cogió la antorcha de la habitación y se adentró cuidadosamente en el pasillo. Anduvo mucho tiempo entre telarañas, de vez en cuando algo le rozaba los tobillos, se encontraba en una cripta y eso significaba convivir con multitud de alimañas de dudosa procedencia.
Pasó mucho tiempo, hasta que de repente escuchó tambores a lo lejos, y una luz muy tenue al principio que cada vez se hacía brillante, hizo que no necesitara la antorcha. Siguió avanzando hasta que se encontró en un galería. Con mucho cuidado y escondido examinó el pequeño lugar donde se encontraba, y descubrió de donde procedían los tambores. Estaba en lo que parecía ser una tribuna, con la particularidad de que estaba escavada en la roca. Se encontraba seguro en aquel lugar, de repente los tambores cesaron, entonces la vio, ahí estaba ella, acompañada de dos personas con una túnica negra. Detrás traían a un hombre encadenado que con mucho esfuerzo lo ataron a un altar entre vítores de la multitud. De repente la gente allí congregada se cayó. Una extraña oscuridad comenzó a reinar en ese lugar, uno de los encapuchados se adelantó, cogiendo un libro que le ofrecia su compañero. Tal fue la sorpresa de Malcom, cuando comprobó aterrado que era uno de los libros que había comprobado en aquella sala, como nadie sabía que se encontraba en ese lugar, ahí se quedo siguiendo la escena con atención:
El encapuchado abrió el libro y empezó a leer algo ininteligible a los oídos de nuestro protagonista. Entonces un ruido muy fuerte se escuchó en la sala, y una nube oscura irrumpió en aquel lugar introduciéndose en el cuerpo del sectario. Esté se cayó al suelo, mientras se retorcía de dolor, al mismo tiempo que gritaba, convulsionaba y le salía una sustancia blanquecina de su boca. De repente su cuerpo se quedó inerte en el suelo, y pasado un tiempo se levanto. Se había convertido en una criatura extraña. A Malcom le resultaba familiar pero se quedó petrificado al verla. Entonces aquel ser se acercó al hombre que estaba atado en el altar, y hundiendo una de sus garras en el pecho, le arrancó el corazón. La niña que contemplaba la escena impasible, alzó la mirada buscando algo o a alguien, pues sabía que Malcom estaba en ese lugar, pero no estaba segura de donde estaba. Así que introduciéndose en su agotada mente le dijo: Tú serás el siguiente.
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