En este vacío donde me hallo,
no existe nada de lo creado.
Es un paraje virgen
que los cantores han devorado.
En este territorio singular
por desgracia nada he de encontrar.
No hay besos, ni anhelos.
No hay amor, ni deseo.
No hay miedo, ni odio.
Ni alma poseo.
Y en este olvido me encuentro,
con algo totalmente inesperado.
un rayo de esperanza
que los cantores no han devorado.
LCR