Insomnio

Como un guardián silencioso
acechas en la noche.
Tus movimientos son sigilosos,
tu presencia inadvertida.
Te armas de paciencia,
agazapándote en la esquina,
como un león espera
a su presa desprevenida.

Observas a tu víctima,
no se percata de que estás ahí.
Un día tras otro la encuentras dormida,
tú no desesperas,
como francotirador en la noche
tu oportunidad esperas.

Tu momento ha llegado,
el objetivo se ha despertado.
La cama se hace pequeña,
las paredes se estrechan;
dormir ya no puede,
el tanto te has apuntado.
LCR
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