Actuar y Soñar

En ocasiones, en la vida, uno puede decidir no hacer nada y sentarse solo a esperar, resignándose a formar parte de la vida de forma indolente. Simplemente estar y nada más. Es entonces, cuando pueden pasar los días, las semanas, los años... Hasta que llega el momento en que, después de una larga espera, se decide abandonar esa indolencia y tomar cartas en el asunto. Es llegado este punto, es cuando se decide revertir la situación y salir a triunfar, ir a buscar oportunidades, descubriendo que en cada problema existe una ventana que lleva a la solución. Ver en cada desierto una ocasión para encontrar un oasis; ver que los pensamientos de cada noche son como un misterio a resolver; ver cada día como una nueva oportunidad de ser feliz y cumplir los sueños. 

Y fue en aquel día cuando descubrí que mi único rival era mis propias debilidades, y que en mi poder residía en la estrategia para poder vencerlas; que la gloria está en la arena luchando y no sentado en el sofá esperando el devenir de los acontecimientos. Aprendí a dejar de temer a perder y empecé a temer a no ganar. Descubrí que no era yo el mejor y que quizás nunca lo fui. Me dejó de importar quién ganara o perdiera; descubriendo que lo que realmente importa, es simplemente empezar a ser mejor que ayer. Recordé que lo difícil no es llegar a la cima, sino una vez en ella, caer y retornar a los comienzos si soltar queja alguna. Aquel día dejé de ser un reflejo de mis escasos triunfos pasados y empecé a ser mi propia luz; dándome cuenta que de nada sirve ser luz si no vas a iluminar el camino de los demás. Ese día decidí cambiar tantas cosas... Empezando por asumir que los sueños están solamente para hacerse realidad. Desde aquel día ya no duermo para descansar... ahora simplemente duermo para soñar.

 



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4 comentarios:

  1. Es precioso como terminas.
    El primer paso siempre debería ser hacia un mismo, soy una ferviente devota de la individualidad como un todo, con esto no quiero decir que se reniegue de la comunidad, ni tampoco que el egoísmo nos impida dar la mano, todo lo contrario, lo señalo como que, si yo como ser individual estoy bien, entonces haré que las personas que están a mi alrededor también lo estén.
    Y es verdad, a veces nos quedamos estancados, penitentes, y un día, despertamos de ese duermevela en el que nos hemos sumido y volvemos a empezar. Somos seres duales, que se mueven entre la razón y la emoción.
    La vida es una continua encrucijada, quizás nunca alcancemos los sueños, ni lleguemos a la meta que en su día se proyectó, porque ésta también tiene mucho de renuncia y pérdida, de elección entre las cuerdas, y saltos de fe, pero cada bifurcación, cada camino hasta llegar a ese punto debería ser un gozo para aprender, comprendernos y estimarnos como merecemos.
    Aquí, al habla la parte racional, :)
    Pues nada, vaya rollo he escrito, Icleru, perdona.
    Un abrazo, y feliz fin de semana.

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    1. Hola Irene,

      Estoy completamente de acuerdo contigo: si estamos bien con nosotros mismos, podemos aportar mucho más a los demás.

      También comparto tu visión sobre la dualidad del ser humano y cómo la vida nos lleva por caminos llenos de encrucijadas. A veces, esas elecciones implican renuncias y pérdidas, pero también nos ofrecen la oportunidad de aprender y crecer. Aunque en ocasiones le demos más peso a esas renuncias y nos limitemos a quedaros quietos, para no querer perder aquello que creemos que nos hace libres.

      Lejos de ser un "rollo", tus palabras son una contribución valiosa que hace reflexionar, enriquece e invita
      a replantear algunas ideas. Aprecio mucho que te pases por aquí y te tomes el tiempo de compartir tus pensamientos.

      Un saludo
      Luis

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  2. Me encanta ese final, realmente triunfal... dormir para soñar, es un grandísimo paso!
    Nos regalas grandes perlas: "Ver en cada desierto una ocasión para encontrar un oasis" por ejemplo...
    Son reflexiones con gran sentido y que además nos impulsan, nos llenan de aliento para mejorar, realmente es lo que se necesita en este mundo, que cada cual nos centremos en ser más y más conscientes de esta realidad.
    Salud!

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    1. Buenas Milena,

      Lo primero de todo, me alegra saber que ves esta frase: "ver en cada desierto una ocasión para encontrar un oasis", y las demás como perlas, ya que reflejan esa visión donde incluso en la adversidad se le puede dar a la situación, simplemente con un cambio de perspectiva.

      Creo firmemente en la importancia de encontrar algo valioso incluso en los momentos más difíciles, porque al fin y al al cabo sin esfuerzo no hay ni victoria ni derrota, de ahí que diga que la gloria está en la arena, ya que esa frase refleja que la verdadera grandeza no está en alcanzar metas fácilmente, sino en enfrentarse al desafío, caer y levantarse las veces que haga falta. Es en la arena, en medio de la lucha, donde descubrimos nuestra fortaleza y lo que realmente somos capaces de conseguir.

      Gracias, Milena, por tomarte el tiempo de leer el relato y por destacar aquello que te ha resonado. Tus palabras no solo enriquecen el significado de lo que escribí, sino que también me animan a seguir expresando estas ideas, y no dejarlas en el olvido, como viene ocurriendo desde un tiempo a esta parte.

      Un Saludo.

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