Los Astros del Callejón

En las tardes de verano cuando el sol cedía,  
era momento de jugar, con risas que surgían.  
El callejón era nuestro estadio,
testigo mudo de triunfos tan recordados.

Héroes del balompié con el respeto ganado,  
ídolos anónimos en partidos olvidados.  
Íbamos con todo en cada jugada,  
soñando con ser los astros de la década dorada.

Camisetas gastadas y rodillas raspadas,  
el balón raído era nuestra joya más preciada.  
Cada gol era un logro sagrado,  
cada caída un lazo bien forjado.

El silbato anunciaba el final y la cancha debíamos abandonar.
La cena esperaba y en silencio se quedaba el lugar.
En nuestras mentes se quedaban los momentos,
planeando sin demora el próximo encuentro.

Los callejones quedaron llenos de leyendas,  
jugábamos con pasión y no por hacer historia.  
La pelota rodaba, llevando nuestra ilusión,  
de ser héroes del fútbol junto a la afición.

LCR



Share: